Facundo Manes no hablaba como candidato, pero por momentos sonaba a eso. Su dialéctica, su mensaje, su magnetismo, su empatía parecía eso y más en el acto que encabezó anoche en plena plaza Cabral.
Sin embargo, el escenario en que daba su discurso rompía todo prototipo de tradicional escenografía de campaña electoral. O al menos lo cambió adrede, en sincronía con lo que propone o expone desde su marketing político: viene desde afuera de la política y se sumó a ella para proponer cosas nuevas.
Tal vez ayer no estaba con el traje de candidato puesto, pero al menos parecía tener el saco colocado.
Y aunque no lo digan hay mucha simbología en este sentido. Incluso la forma en que planeta sus ideas. Todo eso o simplemente actitud: "Es sólo una cuestión de actitud…", resaltó armónica y con un fuerte empuje sonoro la voz de Fito Páez en el estribillo de la cortina musical que se usó ayer de apertura y cierre del acto de Manes. Otra simbología.
Se sabe que el médico neurólogo especialista en neurociencia se calzó hace poco el traje de político y accedió a una banca nacional. Mantiene una aceptable imagen positiva que es alimentada ahora con estas giras de exposición de ideas con base en una palabra-concepto: empatía.
Así llegó ayer a la provincia de Corrientes acompañado por el gobernador Gustavo Valdés al que se lo vio como un muy entusiasmado anfitrión. El también radical siguió atentamente el discurso de Facundo Manes, a veces con una leve sonrisa de coincidencia plena y aplausos.
Manes y Valdés llegaron a la plaza Cabral con casi 60 minutos de retraso de acuerdo a la hora convocada: las 18. Es que venían de una visita a la localidad de Ituzaingó en donde Manes inició su recorrida por Corrientes con el acompañamiento de Valdés.
El escenario en Capital era simple. Apenas una tarima de 30 o 40 centímetros de alto con un par de banners de fondo conteniendo los multicolores afiches de esta movida que tiene al neurocientífico como protagonista. Frente al escenario, varias sillas de plástico y detrás de ellas gente parada.
"Todos tenemos la sensación que en Argentina nos merecemos un mejor país. Y que lo que viene es de abajo para arriba. Lo que viene es desde interior a la Capital. Lo que viene es federal", acentuó en el inicio del acto que lo tuvo como único orador.
"Por eso recorremos el país con esta palabra que ahora está de moda: empatía. Es la habilidad para reconocer al otro. Parece fácil, pero no lo es. Hay que hacer un esfuerzo. Es sentir lo que siente el otro. Y los argentinos estamos divididos. Hace mucho tiempo que gobierna una mitad ignorando a la otra y viceversa", dijo Manes y resaltó a continuación: "La grieta se soluciona con la empatía".
"Por eso estamos recorriendo la Argentina para contarles un sueño, de un país que encare el progreso, la modernidad, que reduzca la pobreza, que levante la autoestima de los argentinos", indicó.
Para revertir esta situación habló del "sueño colectivo" que propone. "El último gran proyecto exitoso colectivo fue la reconstrucción democrática en el 83 y ahora el desafío que tenemos es equivalente a la reconstrucción democrática", insistió.
"Tenemos que recuperar el país que nos robaron. El de que si uno trabajaba y era honesto, le iba a ir bien. Ese país no existe más, pero lo vamos a recuperar", dijo Manes en el principal pasaje de su discurso pronunciado en el acto que ayer protagonizó.
"Es un cambio cultural el que venimos a proponer. Es un cambio de mentalidad colectiva como lo hizo Alfonsín en el 83. Fue un valiente que hizo un cambio de mentalidad colectiva y nos llevó a reconstruir la democracia invitando a los no radicales", resaltó Facundo Manes en otro tramo de su mensaje de ayer en plaza Cabral.
En este sentido hizo hincapié en la educación como eje de desarrollo y herramienta para solucionar los grandes problemas de los argentinos. "La educación es mucho más que aprender cosas, es una brújula confiable en un mundo cambiante, dinámico… es lograr la autoestima necesaria para perseguir y lograr los sueños", acentuó.
"En este país no hay hambre o malnutrición no por falta de alimentos, sino por corrupción, ineptitud y falta de empatía", acusó.
"La educación y el conocimiento es la economía del siglo 21", concluyó.}
"Somos un país que involuciona. No somos un país en vía de desarrollo, sino en vía de involución. Y eso es lo que tenemos que cambiar. No se soluciona con un parche sino con una revolución del conocimiento", sostuvo Manes y despertó el aplauso en el final de su discurso.