El Vaticano hizo pública este jueves la imagen del
encuentro estrictamente privado que mantuvieron en la tarde de ayer el papa
Francisco con el rey Carlos III y la reina Camila, quienes se encuentran en
Italia en visita de Estado. La reunión, que se desarrolló en medio de un gran
hermetismo y no había sido anticipada por el Palacio de Buckingham ni por la
Santa Sede, se produjo a pesar de la cancelación previa de la visita oficial
del monarca al Vaticano debido a la convalecencia del Pontífice.
La fotografía, difundida unas quince horas después de la
salida del convoy real del Vaticano, muestra a los monarcas saludando al Papa,
quien se encuentra sentado en un sillón en el salón de su suite en Santa Marta,
sin las cánulas nasales que utilizó recientemente. La reina Camila, vestida de
negro, estrecha la mano del Pontífice mientras el rey Carlos, con una sonrisa,
se dispone a entregarle un obsequio envuelto en una caja roja.
Este encuentro marca un nuevo capítulo en la relación entre
la Corona Británica y el Vaticano. Si bien el Rey Carlos es la cabeza de la
Iglesia Anglicana, ha mantenido previamente encuentros con el papa Francisco en
2017 y 2019, cuando aún era Príncipe de Gales. Su madre, la Reina Isabel II,
también visitó el Vaticano en el año 2000 y se reunió con Juan Pablo II.
La reunión de ayer cobró un significado especial al
coincidir con el vigésimo aniversario de boda de Carlos y Camila. Además, se
interpretó como una señal positiva de la mejoría en la salud del papa
Francisco, quien ha mostrado avances notables en su recuperación gracias a la
rehabilitación.
Según informó la Sala de Prensa del Vaticano, durante la
conversación, el Papa tuvo la oportunidad de expresar sus mejores deseos a Sus
Majestades por su aniversario de boda y correspondió a los deseos de pronta
recuperación para la salud del Rey Carlos, quien previamente había enviado sus
buenos augurios al Pontífice tras la cancelación de su visita oficial. Por su
parte, el Palacio de Buckingham manifestó la satisfacción de los monarcas por
el hecho de que el Papa se encontrara lo suficientemente bien para recibirlos
en un encuentro privado y poder transmitirle sus mejores deseos personalmente.