El Gobierno Nacional, mediante el Decreto 366/2025, ha
implementado una profunda reforma migratoria que busca endurecer los criterios
para la residencia de extranjeros y agilizar los procesos de deportación para
quienes cometan delitos en el país. La medida, publicada hoy en el Boletín
Oficial, establece además mayores controles en las fronteras y ajustes en la
regularización de la situación de los inmigrantes.
La reforma introduce cambios significativos en la Ley de
Migraciones N° 25.871. Se redefinen las categorías de residencia y se aplican
criterios más estrictos para la admisión y permanencia de extranjeros, con el
objetivo de prevenir el ingreso de personas que puedan representar un riesgo
para la seguridad pública y asegurar que la inmigración sea legal y con
propósitos claros y legítimos.
Entre las modificaciones, el artículo 6 de la ley ahora
especifica que, si bien el Estado asegurará el acceso igualitario de los
inmigrantes a la protección y derechos de los nacionales, esto será "de
acuerdo con los derechos y obligaciones correspondientes a cada categoría
migratoria". Sin embargo, se mantiene que, aun con condición migratoria
irregular, los extranjeros deben ser admitidos en establecimientos educativos
iniciales, primarios o secundarios, tanto públicos como privados.
En cuanto al sistema de salud, se aclara que en casos de
emergencia no se podrá negar la asistencia sanitaria. Los extranjeros con
residencia permanente podrán acceder al sistema de salud público en igualdad de
condiciones que los ciudadanos argentinos. No obstante, en los establecimientos
sanitarios administrados por el Estado Nacional, se requerirá un seguro de
salud o la cancelación previa del servicio para tratamientos médicos o atención
sanitaria habitual, según lo que determine el Ministerio de Salud.
Las nuevas disposiciones exigen que los extranjeros
presenten una declaración jurada al ingresar al país, manifestando los motivos
de su entrada y comprometiéndose a no desvirtuarlos. Se refuerza el control
sobre la autenticidad y veracidad de la documentación, y se endurecen las
sanciones para quienes ingresen de manera irregular o presenten documentos
falsos.
Respecto a la educación superior, el decreto estipula que
los estudios de grado de gestión estatal serán gratuitos para ciudadanos
argentinos y para todo extranjero con residencia permanente. Las universidades
públicas, no obstante, podrán establecer retribuciones por los servicios
educativos para aquellos que no cumplan con esta condición. Aun así, se aclara
que quienes no tengan residencia permanente podrán acceder a becas si así lo
contemplan los estatutos o convenios.
Finalmente, la reforma contempla la creación de la Agencia
de Programas de Ciudadanía por Inversión, con el objetivo de fomentar la
inversión extranjera a través de la concesión de la ciudadanía a quienes
realicen inversiones significativas. Esta medida busca atraer capitales y
generar empleo.
Las reformas oficializadas buscan adaptar la política
migratoria argentina a los desafíos actuales, garantizando que el país siga
siendo un destino atractivo, pero bajo un marco legal que priorice la seguridad
y el bienestar de todos sus habitantes.