Mientras la investigación oficial en España sigue en curso,
con un plazo de entre tres y seis meses para dilucidar lo sucedido, el
periodista Ambrose Evans-Pritchard, de The Telegraph, ha arrojado una nueva y
polémica hipótesis. Según sus fuentes en la Unión Europea, las autoridades
españolas estaban "realizando un experimento" antes del colapso del
sistema. El objetivo sería evaluar hasta qué punto se podría aumentar la
dependencia de las energías renovables, en preparación para la eliminación
gradual de los reactores nucleares en España a partir de 2027. Evans-Pritchard
sugiere que el gobierno "parece haber acelerado el ritmo de forma
imprudente, antes de realizar las inversiones necesarias en una sofisticada red
inteligente del siglo XXI capaz de gestionarlo".
La comparación con el accidente de Chernóbil en 1986
resulta especialmente alarmante. Según el periodista, aquel desastre
"comenzó como una prueba para simular lo que le sucede a un reactor en
enfriamiento en condiciones de apagón", donde los operadores ignoraron
advertencias, desencadenando una falla en cascada.
Críticas a la investigación europea
El artículo de The Telegraph también se hace eco de las críticas de la patronal del sector eléctrico español, Aelec, que representa a grandes compañías como Iberdrola, Endesa y EDP. Aelec cuestiona la investigación europea por haber omitido "importantes oscilaciones de tensión en toda la red ibérica" antes del apagón, tanto en la mañana del incidente como en la semana previa.
La organización ha afirmado haber "observado e
informado" a las autoridades sobre una "extrema subida de tensión en
la red eléctrica" que provocó la desconexión automática de instalaciones
de generación y consumo. De hecho, los días 22 y 24 de abril ya se habían
registrado variaciones que causaron desconexiones automáticas. Aelec lamenta
que el análisis preliminar de Entso-E, la entidad que coordina a los Operadores
del Sistema europeos, se circunscriba solo a los 20 segundos anteriores al
colapso y "evite una mención a las oscilaciones [previas] de
tensión".
Tras la publicación de esta información, el Partido Popular
ha arremetido contra el Ejecutivo, acusándolo de haber ocultado la verdad y de
intentar desviar la atención con la hipótesis de un ciberataque. El PP ha
exigido transparencia y responsabilidades por un incidente que afectó a
millones de ciudadanos en dos países de la Unión Europea.