El intento del youtuber Matías Bottero de entrevistar a
Alex Caniggia en su programa "Entre dos suculentas" terminó en un
inesperado escándalo que rápidamente escaló en las redes sociales. La razón: la
desorbitante cifra que el hijo de Claudio Paul Caniggia habría exigido para
sentarse frente a las cámaras.
En una conversación con el también youtuber Martín Cirio,
Bottero relató detalladamente la fallida negociación con "El
Emperador". Según su testimonio, al plantearle que el proyecto era sin
fines de lucro y carecía de presupuesto para invitados, la respuesta de
Caniggia fue tajante: no concedía entrevistas por menos de cinco mil dólares
estadounidenses. "Yo por eso no salgo de mi casa. 5.000 dólares o
nada", habría sido la contundente condición del mediático.
El fragmento del video con el relato de Bottero se viralizó
de inmediato en la plataforma X, desatando una oleada de opiniones encontradas.
Mientras algunos usuarios respaldaron la honestidad y transparencia del
youtuber, otros no dudaron en criticar duramente la actitud de Alex Caniggia.
"Si Alex Caniggia no tuviera ese apellido, no lo conoce ni su tía",
comentó un internauta, reflejando el sentir de una parte del público que
cuestiona el elevado precio que le otorga a una entrevista.
Sin embargo, también hubo voces que defendieron la postura del ex participante de "El Hotel de los Famosos", argumentando que su imagen tiene un valor comercial y que, por lo tanto, está en su derecho de cobrar lo que considere justo por su tiempo y presencia. "Es un personaje que genera, guste o no. Y si quiere ponerle precio a su presencia, está en todo su derecho", escribió otro usuario.
Más allá del debate sobre la legitimidad de los honorarios
y el peso de la fama heredada, el episodio entre Bottero y Caniggia puso de
manifiesto el lado oculto de muchas negociaciones en el mundo de las
entrevistas online. Lo que inicialmente parecía una simple propuesta de
contenido terminó convirtiéndose en una controversia de alcance nacional,
exponiendo las dinámicas económicas que rigen en el universo de los streamers y
las figuras mediáticas.
PDJS