En una sesión que mantuvo en vilo al país, el Senado
rechazó el proyecto de ley de Ficha Limpia, una normativa que buscaba impedir
que personas con condenas confirmadas en segunda instancia por delitos de
corrupción pudieran presentarse a cargos públicos. La derrota de la ley, que
requería 37 votos para su aprobación, se consumó con 36, debido al rechazo del
kirchnerismo y la sorprendente negativa de los senadores misioneros Carlos Arce
y Sonia Rojas Decut.
La ley apuntaba directamente a la estrategia electoral de
Cristina Kirchner, quien, al tener una condena en segunda instancia, quedaría
inhabilitada para postularse a cargos nacionales. Sin embargo, la decisión del
Senado le permite mantener esa posibilidad, a menos que decida presentarse como
candidata provincial en Buenos Aires.
El debate, que se extendió durante horas, evidenció las
profundas divisiones políticas en torno a la lucha contra la corrupción.
Mientras que sectores de la oposición y el oficialismo defendieron la necesidad
de establecer límites éticos a la participación política, el kirchnerismo y sus
aliados argumentaron que la ley vulneraba el principio de presunción de
inocencia y tenía como objetivo la "proscripción" de Cristina
Kirchner.
La senadora radical Mariana Juri destacó la necesidad de la
ley, señalando que "hemos fallado como sociedad para que esta ley sea
necesaria. ¿A quién se le podría ocurrir que sea candidato alguien
condenado?". Por su parte, el senador libertario Bruno Olivera Lucero
lamentó que "lo que debería haber sido una norma sencilla, fue una lucha
cuesta arriba".
Sin embargo, la senadora kirchnerista Florencia López
denunció que la ley era parte de una "justicia pirata" y un intento
de "proscribir" a Cristina Kirchner. El jefe del bloque del Frente de
Todos, José Mayans, cuestionó la efectividad de la ley para combatir la
corrupción, preguntando: "¿Ustedes creen que la gente cree que se acaba la
corrupción con esto?".
La votación final reveló la división del Senado, con el
kirchnerismo y los senadores misioneros votando en contra, mientras que el
resto de la oposición y algunos senadores oficialistas apoyaron la ley. La
derrota de Ficha Limpia marca un revés en la lucha contra la corrupción y deja
abierta la puerta a la participación de candidatos con condenas por delitos
contra la administración pública.
P.D.J.S.