Tras la reciente salida de Fernando Gago, la danza de
nombres para ocupar el banquillo de Boca Juniors no se detiene. En las últimas
horas, una figura histórica del club emergió como el principal candidato
impulsado por el presidente Juan Román Riquelme: nada menos que Carlos Bianchi.
La relación entre el "Virrey" y el máximo
mandatario "Xeneize" es sólida, y la trayectoria de Bianchi al frente
del club habla por sí sola. En sus exitosas etapas anteriores en Boca
(1998-2001 y 2003-2004), el técnico conquistó nueve títulos: cuatro torneos
locales, tres Copas Libertadores y dos Copas Intercontinentales, marcando una
era dorada para la institución de la Ribera.
Si bien Bianchi tuvo un tercer ciclo en Boca entre 2013 y
2014, que no replicó los éxitos anteriores y culminó con su salida, su legado
permanece imborrable en la memoria de los hinchas. Desde aquella experiencia,
el "Virrey" no ha vuelto a dirigir, acumulando más de una década de
inactividad. Sin embargo, su nombre surgió con fuerza en la reunión entre
Riquelme y el Consejo de Fútbol, y el presidente buscaría persuadir al
experimentado entrenador de 76 años para que tome las riendas del equipo una
vez más.
Mientras tanto, Mariano Herrón asumió interinamente la
conducción técnica de Boca por cuarta vez. En su primer entrenamiento al mando,
Herrón ensayó una modificación táctica respecto al Superclásico, dejando atrás
la línea de cinco defensores e incluyendo al mediocampista Alan Velasco, quien
había perdido protagonismo en el equipo. La posible inclusión de Velasco, por
quien Boca realizó una importante inversión, marca una de las primeras
decisiones de Herrón en este nuevo interinato. El posible once titular que paró
Herrón fue: Marchesin; Advíncula, Battaglia, Rojo y Lautaro Blanco; Belmonte,
Delgado, Velasco; Zenón; Palacios y Merentiel.
P.D.J.S.