El transporte público en esta capital tiene cada vez menos pasajeros, con el transcurrir de los meses y los años, el precio del servi­cio se ha ido encareciendo para el flaco bolsillo de los correntinos y en contrapres­tación, ni siquiera reciben un servicio adecuado, a pe­sar del valor que se paga.

Esto llevó a que la canti­dad de usuarios se reduzca, en gran medida por el precio cada vez más alto del boleto y por otro lado, por las recu­rrentes medidas de fuerza e interrupciones del servicio por parte de la Unión Tran­viarios Automotor (UTA) de Corrientes, con paros de más de cinco días, como así también por incumplimien­tos de horarios y de recorri­dos en algunos barrios.

A propósito del inminente nuevo incremento del bole­to, que ya no quedan dudas de que se aprobará este jue­ves en la sesión del Concejo Deliberante, se conocieron mediciones respecto de la cantidad de usuarios que utilizan el transporte públi­ca de pasajeros en Corrien­tes.

Es así que, desde noviem­bre de 2023 hasta marzo de 2024, la cantidad de usua­rios del transporte fue de 13.000 personas por mes a 7.700. Es decir, en cuatro meses unos 5.300 corren­tinos dejaron de utilizar el servicio de colectivos, en su mayoría por no poder abonarlo. Según un releva­miento, hay muchas perso­nas que se trasladan en mo­tocicletas, otros lo hacen en bicicletas y hay un número importante de correntinos que se ven obligados a ca­minar, por no poder pagar el boleto y no tener alterna­tivas de acceder a otro tipo de movilidad. Cada día se advierte cómo muchas per­sonas caminan a lo largo de la avenida Maipú con desti­no al centro provenientes de barrios como Doctor Mon­taña o el barrio Esperanza, inclusive más lejos. Lo mis­mo ocurre por la avenida 3 de Abril y Armenia. 

El boleto es caro y no al­canza para viajar todos los días.

"En marzo 2024 el siste­ma de transporte trasladó más de 7.700 personas. En noviembre fueron 13 mil", señaló el defensor de los Vecinos de la ciudad, Agus­tín Payes en declaraciones a radio LT7. Algo semejante fue lo que expuso durante su participación en la últi­ma audiencia pública que se realizó en el recinto el vier­nes pasado.

"Con el Gobierno nacional retirando los subsidios y el provincial restringiendo su aporte, la carga recae prin­cipalmente en la Municipa­lidad, que sostiene el boleto estudiantil gratuito. Como resultado, el Municipio fi­nancia el 50 % de la tarifa subsidiada, mientras que el otro 50 % lo sufragan los pa­sajeros que pagan el boleto plano".

Esta situación ha lleva­do a que muchas personas opten por otros medios de transporte. "Las autoridades municipales deben enten­der que el sistema, así como está, no le conviene a nadie. La gente hizo un esfuerzo impresionante pagando el boleto de 200 a 700 pesos de febrero a marzo. Eso no evi­tó que haya días de paro, que el sistema siga empeorando, no produjo reducción en el tiempo de espera, la gente se quejaba del trato a los chofe­res", remarcó.

EL SERVICIO EN EL AMBA

Retoman negociación salarial con la UTA y los empresarios

La Secretaría de Trans­porte recibirá mañana a las cámaras empresarias del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) para continuar con las conversa­ciones que iniciaron la se­mana pasada. En paralelo el Gobierno evalúa si aplicará en mayo la actualización por inflación en las tarifas de trenes y colectivos, tal como estaba establecido en el artículo 11 de la reso­lución 5/2024 de la depen­dencia que conduce Franco Mogetta.

Según la norma en abril debía aplicarse una suba del 36 %, pero el Ministe­rio de Economía decidió postergarla para no sumar presión en un mes en el que llegaron fuertes subas en las boletas de gas y las de agua. Para mayo el índice arrojará un 51,6 %, aunque ese es el tope que tienen para subir los boletos sin tener que convocar a una nueva audiencia pública.

El impacto en los bolsillos sería sustancial si el incre­mento se traslada comple­tamente. El boleto mínimo de colectivos podría saltar desde los $270 hasta los $409 en el Amba. La tarifa de trenes pasaría de $130 a $197 en la región metropo­litana. Los usuarios que no tengan su Sube registrada pagarán más caro tal como quedó establecido a partir de abril.

La otra alternativa es ex­tender el congelamiento en las tarifas, lo que abre dos caminos posibles: otorgar más subsidios a las em­presas, lo que va en contra del objetivo de recortar esa partida en 0,2 puntos del PBI este año, o dejar que es­calen las tensiones salaria­les con la UTA. En paralelo, el servicio sigue con límites en su funcionamiento y el deterioro es cada vez ma­yor.

Esa situación se vio re­flejada en la retención de tareas que realizó el sindi­cato la semana pasada y la advertencia de un nuevo paro para el próximo 25 de abril si no se reconoce un salario básico de los chofe­res en $987.000 a partir de marzo. Las cámaras asegu­ran que las tarifas actua­les alcanzan para pagar un salario de $737.000 al mes pasado y que se necesita un aporte del Tesoro de unos $13.000 millones para cu­brir esa diferencia para más de 50.000 trabajadores.

La Asociación Argentina de Empresarios del Trans­porte Automotor (Aaeta) sostiene que el costo "real" del boleto de colectivos es de $1.198 incluido el IVA. Los pasajeros cubren $270, el Estado pone $624 y los $624 restantes son cubier­tos por las operadoras, quie­nes advierten por la crisis que generan esas pérdidas superiores a los $90.000 millones mensuales.

Los técnicos de Trans­porte reconocen ese des­calce pero la postura oficial es "no ceder ante extor­siones". Por eso reportan con frecuencia al equipo del ministro de Economía, Luis Caputo, quien toma las decisiones con la mira puesta en el frente fiscal, la inflación y el bolsillo de los usuarios.