En la Argentina, menos del 10% de los miles de afectados por un paro cardíaco sobrevive. Pero esto se puede revertir si se conocen y aplican los pasos necesarios para efectuar la RCP (resucitación cardiopulmonar) y así mantener con vida a la persona afectada hasta la llegada del servicio de emergencia.
El paro cardíaco constituye un importante problema de Salud Pública. En Europa, se registran aproximadamente 350.000 muertes anuales. En la Argentina, se estiman 40.000 muertes súbitas anuales y de estos eventos sólo 1 de cada 5 recibe ayuda, lo que lleva a una supervivencia muy reducida. “Por ello desde la Federación Argentina de Cardiología, tenemos el objetivo de sensibilizar a la población, explicando la importancia de su ayuda para mejorar la supervivencia de las personas que sufren paro cardíaco”, dice la doctora Eva Fernández (M.N. 166.441), actual integrante de la mesa directiva de la FAC.
Así, bajo el lema “Comprime fuerte y rápido. Nuestras manos salvan vidas”, la FAC viene desarrollando diferentes acciones en todo el país para brindar información y capacitación sobre RCP.
En el marco de la pandemia por COVID 19, desde FAC se recuerda que se debe tener el barbijo colocado y también colocárselo a la víctima antes de comenzar a realizar RCP.
“Queremos difundir a la comunidad la importancia de aprender a reanimar con las propias manos, especialmente en la población general, no médica, ya que la mayoría de las muertes por paro cardiorrespiratorio se produce fuera del ámbito hospitalario. Hasta hace no mucho tiempo, la RCP era algo muy complejo; hoy se sabe que mientras el paciente sea masajeado convenientemente, la posibilidad de sobrevida es mucho mayor”, remarca Walter Stoermann (M.P. 2677), médico cardiólogo, secretario de la Red Nacional de RCP y Áreas Cardio asistidas de la FAC.
Con este objetivo, se conformó la red Federal de Reanimación Cardiopulmonar y Cardio asistencia que, como su nombre lo indica, “es un entretejido de voluntades a lo largo de todo el país que tiene como objetivo la educación en RCP en sus distintos niveles, con la visión de lograr que desde Ushuaia hasta La Quiaca, desde Corrientes hasta San Juan, hasta el último rincón del país, se tenga acceso al entrenamiento en RCP, y también a la posibilidad de la desfibrilación precoz mediante los programas de Cardio asistencia y así evitar hasta un 40% de estas muertes”, concluyó Fernández.