La negociación entre el Ministerio de Economía y bancos de
Estados Unidos por un préstamo “repo” de USD 5.000 millones abrió un nuevo
capítulo en la estrategia financiera del Gobierno. La cifra surge tras la
versión del Wall Street Journal, que afirmó que se había caído una asistencia
mayor, de USD 20.000 millones, y que ahora la operación apuntaría a un monto
reducido y orientado a cubrir vencimientos inmediatos.
Luis Caputo negó públicamente que se hubiera discutido un
rescate de USD 20.000 millones, aunque tampoco desmintió que hoy existan
conversaciones por un monto menor. Según su explicación, la mejora del clima
financiero tras las elecciones permitió explorar alternativas que no requieran
una ayuda tan amplia desde Washington. De todos modos, fuentes estadounidenses
habían confirmado que aquella cifra fue evaluada durante el diseño del swap.
Los economistas coinciden en que un préstamo de USD 5.000
millones permitiría cubrir pagos críticos entre diciembre y enero. Solo el 9 de
enero vencen USD 4.300 millones por Globales y Bonares, a los que se suman
obligaciones con organismos internacionales que superan los USD 700 millones
entre ambos meses. Analistas advierten que el Tesoro no dispone actualmente ni
de los dólares ni de los pesos necesarios para adquirirlos en el mercado.
A este panorama se suma que, para el último giro de 2025 al
FMI, el Gobierno ya activó un tramo del swap con Estados Unidos por USD 2.500
millones. Este uso previo de la línea bilateral acota aún más el margen de
maniobra. Mientras tanto, el Tesoro compró entre USD 200 y USD 260 millones en
las últimas semanas, pero sus depósitos en el Banco Central apenas superan los
$4 billones, frente a vencimientos inmediatos por $14 billones.
En este escenario, Economía sostiene que el repo con bancos
estadounidenses sería una herramienta temporal para ordenar pagos sin
sacrificar reservas. Con el riesgo país nuevamente por encima de los 600 puntos
y los bonos operando con volatilidad, la definición del acuerdo será clave para
despejar el comienzo de 2026 y reforzar la hoja de ruta financiera del
Gobierno.
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