Un fallo de la Cámara Federal de Corrientes frenó una
decisión que había causado sorpresa en el ámbito judicial: la autorización para
que el empresario Federico Cheme, acusado en una causa por narcotráfico,
utilizara su propio celular, el mismo que fue clave en la investigación que lo
llevó a prisión.
El permiso había sido otorgado por el juez federal Gustavo
Fresneda, quien consideró que el imputado podía acceder al dispositivo bajo
supervisión judicial para obtener información útil para su defensa. Sin
embargo, la Fiscalía Federal, la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) y
la Fiscalía General se opusieron de inmediato al entender que la medida ponía
en riesgo la conservación de pruebas.
El fiscal Carlos Schaefer advirtió que permitir el acceso
del acusado a su teléfono “constituiría un gravamen irreparable”, ya que podría
modificar o eliminar evidencia sensible que aún podría ser requerida en nuevas
pericias. Los camaristas Luis González y Selva Spessot coincidieron, señalando
que la autorización era “contradictoria con las reglas básicas del
procedimiento penal”.
Los jueces sostuvieron además que, aunque ya se realizó una
pericia sobre el aparato, el celular sigue siendo una pieza de valor
probatorio, susceptible de futuras verificaciones o ampliaciones periciales.
Permitir su uso —indicaron— “podría comprometer la eficacia de la investigación
o alterar la información ya colectada”.
Cheme, detenido en junio junto a otras tres personas en el
barrio Laguna Seca, había pedido acceder al teléfono argumentando que contenía
datos necesarios para ejercer su defensa en esta y en otra causa paralela en la
justicia provincial. No obstante, el tribunal concluyó que su solicitud “no
reviste estricta necesidad procesal”.
#FedericoCheme #Corrientes #Narcotráfico #JusticiaFederal
#CausaNarco #CámaraFederal




