Un informe reservado de la consultora Scentia revela una preocupante caída del consumo en supermercados, con una baja del 17% en ventas en julio en comparación con el año pasado y un 5% menos respecto a mayo. Esta disminución es la mayor del año y la más significativa desde la crisis de 2001.
El informe anticipa que la tendencia negativa continuará y se agravará hasta finales de año, comparándose con datos más altos de 2023. Estas cifras reflejan caídas históricas ya observadas en la industria y la construcción, sectores que juntos representan entre 7 y 10 puntos del PIB.
El consumo en el segmento de "Self-Service" (supermercados chinos, hipermercados, pymes y comercios de proximidad) registró una caída del 3,8% en enero, 4% en febrero, 7% en marzo, 7% en abril, 13% en mayo y 12,5% en junio de 2024, en comparación con los mismos períodos del año anterior.
Los rubros más afectados incluyen bebidas, productos de limpieza y artículos impulsivos como golosinas y gaseosas, con una caída interanual de más del 30%. Los textiles y electrodomésticos se desplomaron alrededor del 60%.
Las empresas atribuyen la baja en el consumo al aumento de prepagas, tarifas, cuotas escolares y servicios, que contrarrestan cualquier variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Además, los indicadores salariales cuestionados no reflejan un aumento real del poder adquisitivo.
El año pasado, el consumo había repuntado en el segundo semestre con crecimientos del 5,2% en agosto, 8,5% en septiembre, 8% en octubre, 7% en noviembre y 1,4% en diciembre, debido al impacto de la devaluación implementada por Milei en sus primeras medidas.