Con multitudinarias manifestaciones realizadas en todo el país y que tuvieron punto central en la concentración de más de 150.000 personas en Plaza de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires, las universidades nacionales se expresaron este miércoles en reclamo de mayores fondos, contra el recorte presupuestario ejercido desde el Gobierno nacional y en defensa de la educación superior pública y gratuita. La comunidad académica aguarda ahora una reacción del Poder Ejecutivo que permita abrir un diálogo en busca de acuerdos.

La presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), la dirigente de Franja Morada de Córdoba Piera Fernández de Píccoli, fue la encargada de leer en Plaza de Mayo el documento que marcó el final de la jornada de movilización de las universidades nacionales.

Entre otros aspectos, el texto remarca la situación crítica en la que se encuentran las casas de altos estudios y subraya que “la universidad pública argentina atraviesa un período crítico como consecuencia de la política implementada por el gobierno nacional”.

Pese a la masiva movilización, la jornada concluyó sin incidentes.

Entre otras organizaciones, participaron la CGT, organismos de Derechos Humanos, partidos políticos así como dirigentes como el exministro de Economía Sergio Massa y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

Ante esas imágenes en la Casa Rosada hicieron trascender a medios metropolitanos la ratificación de una idea que fue el principal estandarte en respuesta al reclamo de estudiantes, trabajadores y directivos: se trató de una marcha política, opositora.

El Presidente Javier Milei siguió la movilización, primero desde la sede de Gobierno, de donde se marchó alrededor de las 16 para seguir su agenda en la quinta de Olivos.

Y se espera ahora un refuerzo de la gestión de auditorías a las universidades, mientras la comunidad directiva del universo académico impulsa la apertura de instancias de negociación por fondos.