Los turistas argentinos no dejan de llegar a los diferentes balnearios del sur brasileño. Desde la superintendencia de Turismo de Florianópolis dijeron que casi 76.500, llegaron en lo que va de este año. Y aseguran que desde 2012 no se registraba un inicio de temporada con tanta afluencia de viajeros de Argentina.

La mayoría cruza a Brasil, en su auto, por los dos pasos internacionales que tiene Corrientes: Paso de los Libres y Santo Tomé y es en estos lugares donde se concentra el mayor éxodo hacia Brasil, con los verdaderos inconvenientes que surgen. El principal es la demora para realizar los trámites migratorios.

El pasado fin de semana con el recambio de la primera quincena de enero, entre viernes y domingo, pasaron más de 70 mil personas con rumbo a las playas del sur brasileño. En Libres hay demoras de hasta siete horas y el pasado fin de semana al cumplirse la primera quincena de enero tuvo un récord de cruce: entre el viernes 13 y domingo 15 de enero, cruzaron por ese centro de frontera 73 mil personas, explicaron medios locales.

Las filas de automóviles llegaron hasta 10 kilómetros de largo y toda esa tendencia se mantendrá la menos durante todo el mes de enero.

El coordinador del Centro de Frontera de Paso de los LIbres informó que durante el pasado fin de semana salieron del país 56 mil personas, "el sábado tuvimos 28 mil egresos y un ingreso de caso 20 mil personas, el domingo, egresaron 28 mil turistas y no tantos ingresos"; el lunes inclusive estuvo "bastante movido también, hay un kilómetro de vehículos para ingreso", informó. Cabe destacar que las demoras para hacer el trámite migratorio se debe básicamente a que es materialmente imposible atender a tantas personas que llegan casi al mismo momento.

El cruce fronterizo entre Santo Tomé y San Borja a través del Puente Internacional "De La Integración", no fue la excepción a otras vías de egreso al vecino país que también terminaron colapsando por la gran cantidad de automóviles que este fin de semana último formaron largas colas para trasponer la frontera. Las demoras oscilaron entre cinco y hasta diez horas para cruzar a Brasil, situación que generó un marcado malestar en los viajeros que a viva voz expresaban su indignación. En el comercio local hay malestar porque no hay carril exclusivo para los beneficiarios del tráfico vecinal fronterizo, lo que provoca una fuerte caída en las ventas. En cuanto a la cantidad de personas, aseguraron que unos 21.000 turistas aproximadamente pasaron la frontera por ese puente.